Reseña del editor
"Qué bueno que te fuiste" es la quinta obra de prosa poética de Lae Sánchez, una autora que escribe a corazón abierto de diferentes emociones que asaltan al ser humano en su obsesión constante por la búsqueda de la perfecta felicidad. La autora recorre en primera persona un camino de altibajos que le hacen firmar lecciones de vida tan personales como mundanas. «La gente necesita empatía» dice la autora, mientras asegura que con este quinto libro cierra un bucle emocional que comenzó con la primera parte: "Te lo diré bajito... qué bueno que viniste", obra que ya alcanza las siete ediciones y que ha conquistado a más de 20.000 lectores con sus páginas cargadas de verdades y duelos. En esta obra Lae asume derrotas a su nombre y al de los propios lectores con los que pretende salir a flote, respirar mirando al mar y saber que en el momento que decides salir a jugar ya estás asumiendo que puedes salir perdiendo. La vida, el fútbol, el amor, el desamor, la empatía forman parte de varios capítulos separados en canciones y en bailes. Lae te invita a su mundo, quiere que hoy te atrevas a salir bailando.
Biografía del autor
Tengo treinta y un años, cinco libros y dos amaneceres inolvidables en la retina. Soy cada vez más flexible conmigo. Al pasar cada página quiero que sintáis que estamos tomando una caña juntos. Tengo algún arañazo que se nota más con el moreno, dos veranos congelados por si volvía (tonta de mí), la M.O.D.A en bucle en la cabeza, una receta para calmar la ansiedad que nunca usé. Un coche rojo en busca de calas, arena en los dedos, mareas en los ojos que suben y bajan. Fui prota de un ascenso, recuerdo un concierto de Izal al grito de «Copacabana». Me quedan tres goles por celebrar como loca tirándome por el campo y una copa a nombre de los míos para brindar por volver a ese abrazo. Ahora borro los chats del WhatsApp, voy en busca de esos besos infinitos, bloquear a alguien no pesa en mi conciencia; si no suma, bye. Hoy la vida sabe a mi madre. Papá dice que estamos aquí para ganar finales. Me gusta competir, leer mientras al fondo la Ribeira Sacra saluda. Suelo decir a los míos que les quiero. Y en este libro aprendo a soltar, que ya era hora... y suficiente tiempo me ha costado. Qué bueno. Qué bueno que te fuiste.