La orientación se propone el desarrollo de la personalidad integral del alumnado. Esto significa no solamente desarrollo cognitivo, sino también social, emocional, moral, físico, etc. La finalidad es formar personas para que puedan vivir y convivir en paz y en democracia. Para lograr este objetivo se requiere de un trabajo en equipo en el cual participan los profesionales de la orientación, tutores, profesorado, alumnado, institución educativa, familias, agentes sociales y otros profesionales y paraprofesionales. En esta obra se pone un énfasis especial en la educación emocional, ya que constituye un eje transversal que debería estar presente en todos los aspectos de la orientación y de la acción tutorial, así como en todas las materias académicas ordinarias. Esta importancia queda reflejada en el título y en muchas de las actividades, ejemplos y propuestas prácticas que se presentan a lo largo del libro, que contribuyen al desarrollo de competencias básicas para la vida y para el bienestar personal y social. Rafael Bisquerra Alzina es catedrático de Orientación Psícopedagógíca en el Departamento de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación (MIDE) de la Universidad de Barcelona.