De acuerdo con numerosas teorías sobre el aprendizaje, la motivación de los alumnos está determinada por el sentido que éstos le concede al estudio. Para algunos puede representar un instrumento que les permita continuar una tradición familiar y asegurar su permanencia en un grupo social; para otros, un medio de subsistencia en el futuro o la posibilidad de ascender a un mejor novel de vida. Pero al margen de la condición de clase, el éxito escolar dependerá de la importancia que tiene los saberes académicos en la vida de los educandos.Con base en su experiencia como instructora de educación especial, la autora afirma que el fracaso escolar se debe a la falta de motivación, la cual tiene sus raíces en la ausencia de proyectos personales entre los estudiantes. Para enfrentar este reto, primero examina las diferentes manifestaciones de la apatía, después propone la aplicación de un método didáctico y preciso que promueva el nacimiento de proyectos personales. Esta investigación despertará especial interés en pedagogos y docentes.
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- Edición: 1
- TRILLAS
