La fortaleza como las demas virtudes, no se adquiere en solitario: nos fortalecemos unos a otros.La fortaleza que nos presenta Carlos Díaz es una virtud difícil en un tiempo como el nuestro y en una sociedad como la de hoy, imperio de las facilidades, reino de lo débil y de lo efímero, donde la fuerza sólo se aplica en afirmar que nada se afirme demasiado, que lo mejor es vivir con un pensamiento débil, una ética mínima y un capitalismo fuerte. En una situación así, el materialismo dominante ha añadido un obstáculo a los valores espirituales-de por si dificiles de practicar que, según Karol Wojtyla, aun cuando son objetivamente superiores, resultan más débiles que los valores materiales, que son objetivamente inferiores.
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- Edición: 1
- TRILLAS