Desde el punto de vista filosofico, la felicidad radica en vivir bien y obrar bien, es decir, virtuosamente. Carlos Díaz conjunta estas dos acciones en una virtud capital: la alegria, de tal manera que sitúa a la alegria en el ámbito ético de la felicidad, donde es concebida como la experiencia humana de "dar de si" hacia la plenitud, como el gozo que conduce al perfeccionamiento, mas allá de las falsas alegrías que producen el bienestar material, el placer efimero o el optimismo iluso.En este libro, el autor estudia a la alegria desde la perspectiva antropológica y la vincula con la madurez, la creatividad, el dinamismo y el crecimiento personales; ademas, analiza las manifestaciones del humor, hermano de la alegría, que libera la belleza del alma y la entrega al universo.La alegría en relación con la felicidad y el sentido de la vida constituye el núcleo de esta obra en la que destaca la idea del autor acerca del personalismo comunitario, según la cual la alegría no es posible si no es compartida con los demás. Díaz culmina su ensayo con los testimonios de dos personas que vivieron intensamente la alegría: Francisco de asís en su pobreza y en su apertura al don divino, y Maximiliano Kolbe en el matrimonio de auswichwitz.
- Libro impreso
- Edición: 1
- TRILLAS