«Cuando las mujeres entraron con el prelado, encontraronen el lugar a un abad gordo de cuarenta y cinco años,de rostro repugnante y de corpulencia gigantesca;en un canapé, leía La filosofía en el tocador», cuenta laheroína más famosa del marqués de Sade, Justine, enla novela homónima. Y es que La filosofía en el tocador,publicada en 1795, un año después de que su autorsaliera de la cárcel –bajo la acusación de «moderantismo»–,pasa por ser la opus sadicum por excelencia.