Este libro trata de un movimiento fanatizado al que conocemos como yihad, de su cosmovisión, de su relación inevitable con el islam y de su incompatibilidad con cualquier otro modelo de sociedad que no sea exactamente el que emana de su propia interpretación de la vida, de la muerte y del más allá. La yihad es una guerra con una vertiente terrorista que afecta a todos los habitantes del planeta. Su base filosófica es antigua, poderosa y muy bien construida. Por eso es un gran error (a veces parece que sugerido o intencionado) suponer que al yihadista le mueve el dinero o que surge de la pobreza y la ignorancia o que es un enloquecido inadaptado. No es así. Desde su realidad, el yihadista sabe muy bien lo que quiere y está convencido de que para alcanzar el objetivo que persigue es preciso destruir cualquier desviación de la marcada por su propio ideario, comenzando por los musulmanes a los que juzga desviados. Y es que el terrorismo yihadista, las guerras que promueve y los conflictos que protagoniza son de naturaleza religiosa. Clara e inequívocamente religiosa. Ignorar las razones por las que vive, mata y muere un yihadista no es una opción. Por eso esta obra se adentra en el cómo, cuándo y por qué se originó esta corriente religiosa extrema, quiénes son sus seguidores, cómo se comportan y hacia dónde anuncian que se encaminan.