Antonio, un joven barcelonés, es considerado un prodigio del atletismo. Con 17 años logró dos importantes marcas en 1500 metros, pero a lo largo del último año no ha seguido progresando. Ahora se enfrenta a la carrera que le puede dar una plaza para acudir a los Juegos Olímpicos, pero el miedo al fracaso está muy presente, sobre todo por la presión de su familia, sus amigos y sus compañeros deportivos.