La autora dirige su obra a todos aquellos abuelos primerizos que están por descubrir el mundo de ese pequeño ser, que es su nieto, para ofrecerle su amor y ternura y, al mismo tiempo, aprender a ser tolerantes y a darle tiempo y espacio.Desde épocas antiguas, los abuelos han tenido una segunda función de oro: según Cotinaud, consiste en amar, consentir, hacer felices y "echar a perder" a sus nietecitos; ya se encargarán sus padres de educarlos y los abuelos siempre deben ser conscientes de que el ejercicio de la autoridad es prioridad de los padres. Los abuelos de hoy tienen la necesidad de mantenerse "jóvenes" frente a sus nietos, en lo que respecta a cuidar su salud y la imagen que deseen proyectarles y dejar en su memoria cuando ya no existan; mientras tanto, podrán entregarles largos años de alegría, verlos crecer y construir con ellos una sólida relación.
- Libro impreso
- Edición: 1
- TRILLAS