Reseña ¡Corre, corre!

Reseña ¡Corre, corre!

Reseña ¡Corre, corre!

Autor: Magdalena
Ilustrador: Isabelle Maroger
Editorial: Picarona
Distribuido por: Nirvana Libros
ISBN: 9788491452256
Páginas: 32

De venta  Aquí



Sinopsis:

¡Vamos, despierta! ¡Corre, corre, sal de la cama! ¡Venga, vístete deprisa!… A menudo, vivimos entregados a la prisa, vamos corriendo de un lado para otro sin detenernos a disfrutar del día. Y, muy inteligentemente, los pequeños no acaban de comprender por qué debemos ir corriendo a todas partes. ¿De verdad es necesario salir de casa sin darle un besito al gato? ¿Seguro que no podemos detenernos a recoger una flor del suelo?

 

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Mi opinión


En esta breve historia, mediante diálogos cortos, con ilustraciones muy claras, además de bonitas, nos encontramos con una mamá como muchas otras, que viven de prisa pues es lo que se les solicita para poder cumplir con sus actividades. En la actualidad todos vamos corriendo, casi cegados ante lo que sucede a nuestro alrededor u obligados a no intervenir cuando nos percatamos de alguna situación, pues tenemos que cumplir con un horario, una entrega, un trabajo, etc.

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    Y eso hasta cierto punto nos hace perder poco a poco la empatía ante lo que pasa a nuestro al rededor, si dudas de lo que te estoy mencionando, te invito a que te hagas la siguiente pregunta, ¿Cuántas veces he visto algún accidente de auto u otra situación donde ni siquiera me detuve a preguntarle a la persona si se encontraba bien? Si bien hay situaciones que están fuera de nuestro alcance y en las que nos es imposible intervenir, sí podemos pararnos a preguntarle a la persona si se encuentra bien, si necesita ayuda, si requiere que le apoyemos con alguna llamada telefónica o cualquier cosa que se encuentre dentro de nuestras posibilidades, con el simple hecho de mostrar  un ápice de simpatía ante lo que le sucede a los demás podríamos generar una reacción en cadena de actos de bondad que tanta falta le hace a la sociedad.

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     A pesar de que la historia se centra en la necesidad que tienen los pequeños de vivir con calma, pues ellos muchas veces no entienden porque siempre hay que andar corriendo, claro que si se encuentran en edad escolar van aprendiendo que hay horarios con los que se tiene que cumplir, aun así se les dificulta mucho andar a las carreras como a los papás nos gustaría, recordemos que los pequeños conforme van creciendo van desarrollando sus habilidades motrices, las cuales requieren de estímulo y de un tiempo de desarrollo específico para después desenvolverse con mayor soltura, por lo que si tu como papá no logras darle a tu hijo el tiempo que requiere para desarrollar sus actividades, muy posiblemente van a suceder una serie de acontecimientos que únicamente van a retrasar esa salida tan apresurada, a los acontecimientos me refiero a que el niño podría tirar un vaso de jugo que tendrás que limpiar, derramar pasa de dientes en su ropa que tendrá que cambiar nuevamente, entre muchas actividades en las que los niños requieren un poco más de tiempo.

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   Los niños no son robots, aún no se convierten en adultos que viven de manera mecanizada sin tomarle importancia a las pequeñas cosas, ellos no entienden porque no pueden detenerse a dar un abrazo o despedirse del gato, por lo que este bonito libro nos invita no solo a que le expliquemos a los pequeños porque vivimos de prisa, a tomarnos unos segundos para mostrar afecto, también nos invita a reflexionar sobre lo que nos perdemos por vivir corriendo.

Por Vian Jaime 🖤

Instagram:  @mitijuanalectora