ISBN: 9789700722412
Editorial: Editorial Porrúa
Autor: Zavala Villagómez, Felipe
Año de edición: 2000
Edición: 1
N° Páginas: 162
Tipo de pasta: Pasta blanda
Descripción: La intención del presente escrito no es contradecir o refutar lo que afamados personajes han sostenido acerca de la Revolución: La Revolución Mexicana brotó de un impulso mucho más que de una idea. No fue planeada. No es la aplicación de un cuadro de principios, sino un crecimiento natural. Los programas previos quedan ahogados en su torrente y nunca pudieron gobernarla. Se fue esclareciendo sola conforme andaba; y conforme andaba, iba descubriendo sus razones cada vez más profundas y extensas, y definiendo sus metas cada vez más precisas. No fue preparada por enciclopedistas o filósofos, más o menos conscientes de las consecuencias de su doctrina, como la Revolución Francesa. No fue organizada por los dialécticos de la guerra social, como la Revolución Rusa, en tomo a las masas de "La Rotonde", ese café de París que era encrucijada de las naciones. Ni siquiera había sido esbozada con la lucidez de nuestra Reforma Liberal, ni, como aquélla, traía su código defendido por una cohorte de plumas y de espadas. No: imperaba en ella la circunstancia y no se columbraban los fines últimos. Su gran empeño inmediato, derrocar a Porfirio Díaz, que parecía a los comienzos todo su propósito, sólo fue su breve prefacio. Aun las escaramuzas del Norte tuvieron más bien el valor de hechos demostrativos. Después, sus luchas de caudillos la enturbian, y la humareda de las disidencias personales tiene que disiparse un poco para que su trayectoria pueda reanudarse, sostiene Alfonso Reyes en Pasado inmediato. La Revolución Mexicana, en realidad, careció de grandes ideólogos que la modelaran intelectualmente... La falta de ideólogos de la Revolución la confirma el hecho de que la mayor influencia técnico-jurídica en, la redacción del nuevo texto constitucional resultó ser el libro La Constitución y la Dictadura. Su autor, Emilio Rabasa, era sin duda un gran jurista, un buen escritor, una persona inteligente y persuasiva. Pero, era asimismo un exacerbado crítico de la Constitución de 1857, un liberal que estaba envuelto en el régimen reaccionario de Porfirio Díaz; e indudablemente carecía de ideas o inclinaciones revolucionarias, sostiene Daniel Cosió Villegas en ¿Ha muerto la Revolución? Así como ellos, puede haber más escritores que sostengan la falta de congruencia en los ideales filosóficos en lo que atañe a la Revolución Mexicana. Sin embargo, ya pesar de lo que hasta ahora se ha dicho y escrito, la intención primaria del presente escrito es seguir reflexionando acerca del tema revolucionario y mostrar, que no todos los que intervinieron en ella, ni todos los que han escrito de ella, tenían ni la misma preparación, ni los mismos ideales, ni las mismas actitudes. Será el final de la lectura del presente escrito quien lo testifique porque, en esto de las ideas, cada individuo puede pensar de diversa manera aun cuando participen de un mismo coloquio o una misma empresa como fue la revolucionaria.
- Idioma: Español
- Libro: Original impreso
- Nuevo y sellado