Reseña del editor "El óxido del cielo" hilvana con una aguja invisible literatura de viajes, novela, ensayo antropológico, poesía... El narrador es espectador privilegiado de la magia que encierra la vida de sus protagonistas, de un paisaje y una cultura que desaparecen silenciosamente ante nuestros ojos. Alejandro López Andrada da voz a la naturaleza y a los habitantes de un mundo rural ya lejano, que permanece en un rincón deshabitado de nuestra memoria. Asimismo, levanta acta del lento pero irrefrenable ocaso de una actividad que en tiempos resultó esencial, como es la minería. Esta espléndida obra cierra la trilogía sobre la desaparición del mundo rural que el autor inició con las memorables "El viento derruido" (Almuzara, 2017) y "Los años de la niebla" (Almuzara, 2018). "La desaparición de una cultura y unos modos de vida. Alejandro López Andrada moviliza, desde su memoria y sus sentimientos, el testimonio y la elegía de esa desaparición". LUIS MATEO DÍEZ. López Andrada permanece fiel a su singular paisaje literario. Crea un bellísimo trasfondo poético que, cuando el discurso narrativo lo demanda, no desdeña los coloquialismos y giros populares. Un valor que se acentúa gracias a una adjetivación precisa, de penetrantes matices expresivos. JOSÉ MANUEL CABALLERO BONALD Biografía del autor Alejandro López Andrada (Villanueva del Duque, 1957) comenzó a escribir muy joven y hasta la fecha ha publicado poemarios como “El Valle de los Tristes” (1985), “La tumba del arco iris” (1994), “Los pájaros del frío” (2000), “La tierra en sombra” (2008) y “Las voces derrotadas” (2011), y recibido premios como el Nacional San Juan de la Cruz, Iberoamericano Rafael Alberti, José Hierro, el Andalucía de la Crítica, el Fray Luis de León y el Ciudad de Córdoba “Ricardo Molina”, entre otros. Ha escrito asimismo poesía infantil, tres ensayos sobre la desaparición del mundo rural ("El viento derruido", "Los años de la niebla" y "El óxido del cielo") y once novelas, una de las cuales, “El libro de las aguas”, fue adaptada al cine por Antonio Giménez-Rico. Tras “El jardín vertical” (2015) y "Entre zarzas y asfalto" (Berenice, 2016), resulta ganador del Premio Jaén de Novela, uno de los más prestigiosos del país, gracias a "Los perros de la eternidad". En "Los árboles que huyeron" (Berenice, 2019) abordó el primer tramo de sus memorias. Hijo Predilecto de su localidad natal, en 2007 se dio su nombre a una plaza de la misma ("Plaza de Alejandro López Andrada"). En ella se encuentra la casa donde nació.