El detective Elijah Baley tiene que ocuparse de este caso en la para él inquietante y odiosa compañía de un robot humanoide: R. Daneel Olivaw. La investigación es delicada ya que puede terminar con el equilibrio entre los descendientes de la colonización estelar, en perfecta comunión con sus robots, y los habitantes de la Tierra, que, refugiados en grandes metrópolis subterráneas a las que llaman Ciudades, sobreviven precariamente a la falta de recursos naturales y temen a los robots.«La clásica representación de la ciudad como útero, la metrópolis como madre, que ha quedado fijada en la imaginación desde entonces... Bóvedas de acero y El sol desnudo son los mejores libros que jamás escribió Asimov.»The Guardian