Reseña del editor
Los nombres tienen poder. Todos lo sabemos. Y los nombres de las brujas siempre han sido más poderosos que los de los humanos, pues contienen su esencia y su magia. «Si te gusta Juego de Tronos y Neil Gaiman, te fascinará este sueño de aventura, terror ymagia del que no querrás despertar.» Eduardo Noriega Los nombres tienen poder. Todos lo sabemos. Y los nombres de las brujas siempre han sido más poderosos que los de los humanos, pues contienen su esencia y su magia. Por eso los ocultan. Esta es la historia de dos brujas milenarias. Y de sus nombres. Y de cómo sobreviven al tiempo. Greta nació en la Edad Media. Irati, mucho más vieja, pertenece a una raza extinta que ya no camina la Tierra. Es la última de su estirpe. Pero en el mundo quedan otras razas como la suya, tribus que conocen los secretos de los bosques primigenios. Y en el presente, un espíritu ancestral sobrevuela los sueños de un niño de aura azul. No solo las brujas ansían su corazón. Solo necesitan su nombre
Heredera directa de Neil Gaiman, Stephen King, Anne Rice y Patrick Rothfuss, Mayte Navales finalista del Premio Minotauro combina con maestría el género del terror y la fantasía mítica para adentrase en la oscuridad y la voracidad del corazón humano. Una novela que invita al lector a perderse en oscuros bosques, que le obliga a pasar página tras página hasta encontrar el lugar donde habitan la venganza y la pasión.
Críticas
Recomendación de Librosyliteratura.es, escrita por Diego Palacios Marxuach
No sé qué tienen los libros de brujas (no digo los cuentos, aunque también) para llamarme tanto la atención y, si me parece que son buenos, querer leerlos. Me encantó el Ars mágica de Nerea Riesco, Los archivos de Salem de Robin Cook y la saga de las brujas de la Rice. He leído algunos más, pero andan por ahí, perdidos en alguna cuneta de mi memoria. Puede que sea la fascinación por los tiempos en los que la Inquisición o los lugareños de Salem, creían en ellas y las ejecutaban tratándose de mujeres del todo inocentes (al menos en lo que a brujería se refiere), y toda la sarta de tratados (como el famoso Malleus Maleficarum al que aún no he hincado el diente) llenos de características de lo más curiosas para identificarlas y enumerar sus deleznables acciones.
O puede que sea que me guste pensar que realmente existieron (y existen) pero, como en cualquier peli de terror, te sientes a salvo en la distancia, en la seguridad de tu casita, con un libro o tele interpuesto. Que en el fondo, aparte de envidias y malos rollos, las gentes de aquellas épocas se olieron algo y el miedo les empujó a quemar a esas mujeres que comían niños, bailaban desnudas (¡oh, qué desvergonzadas!) y adoraban a Satanás…
Da igual el motivo. Hay que cosas que te gustan y punto. ¿Para qué buscar explicaciones?
La última bruja me ha hecho disfrutar tanto como los libros mencionados en el primer párrafo. Coincido con la contraportada cuando afirma que Mayte Navales es heredera directa de Gaiman, King, Rice y Rothfuss, (pero no con Eduardo Noriega al decir que si te gusta Juego de Tronos te gustará este libro… ¿WTF? No encuentro similitud con la serie por ningún sitio) y añado que también me ha devuelto aromas del Follet de Los pilares de la tierra e incluso algo del cuento de Hansel y Gretel, un detalle que, como guiño, me ha parecido genial. Tiene esos elementos mágico-oníricos que tanto gusta a esos autores. Pero además, estamos ante una historia muy poco vista y la (¿involuntaria?) pretensión de hacernos creer que las brujas han existido como tal siempre, desde tiempos remotos, hasta la actualidad. Y lo que es más, consigue que te lo creas, porque la historia está bien construida y los personajes, a pesar de lo increíbles que son, tienen alma en las palabras de Mayte Navales, tienen profundidad y evolucionan considerablemente a lo largo de todo el relato.
No es fácil describir la trama. Básicamente es la crónica de dos brujas milenarias (una nacida en la Edad Media y la