Críticas
Recomendación de Librosyliteratura.es, escrita por Gorka Rojo
Si alguno de vosotros es un absoluto fan Stephen King (como quien esto escribe), ha de saber que Joe Hill es en realidad el pseudónimo de Joseph Hillstrom King, segundo hijo del genio de Maine. Yo diría que en el reparto de genes, además de un evidente parecido físico, se llevó buena parte del talento narrativo que atesora su padre, ya que la carrera del joven escritor está empezando a estar poblada de numerosos premios y reconocimientos literarios.
La primera serie de este Locke & Key Omnibus 1, denominada Bienvenidos a Lovecraft, sienta las bases del relato que nos pretende contar Joe Hill. Una obra en la que subyace la tan recurrente realidad de la siempre difícil relación entre padres e hijos, acompañada por una descripción precisa de la manera en la que nuestra personalidad es forjada tanto por la influencia de nuestras amistades, como por las decisiones que nos vemos obligados a tomar en determinadas situaciones. En los siguientes números que conforman el tomo, vemos cómo el misterio, la aventura y por supuesto, la sangre, dotan a la historia de una fuerza tanto en la letra como en la tinta que hacen que devores las casi quinientas páginas que tiene esta joya que nos trae este Locke & Key Omnibus 1. Agarraos que vienen curvas. La trama de Locke & Key Omnibus 1 nos lleva a La Casa de las Llaves, la residencia vacacional de la familia Locke en el pequeño pueblo de Lovecraft, Massachusetts. Este planteamiento costumbrista, tan del estilo del padre de Joe Hill, nos introduce en la historia de los hermanos Locke, supervivientes de un cruento suceso que les marcaría de por vida: asistieron impotentes a la violación de su madre y el asesinato de su padre en un asalto a su casa perpetrado por unos compañeros de instituto. Lejos de encontrar descanso allí, el peligro acecha ahora en los rincones de la casa, una misteriosa mansión en la que se ocultan una serie de llaves con asombrosas propiedades y poderes más allá de lo imaginable.
Joe Hill ejecuta una construcción impecable de figuras con relaciones dinámicas y realistas, desarrollando una implacable trama en la que no puede faltar lo que define a una obra de estas características: la formación lenta pero incesante de las dos caras de una misma realidad, la luz y la oscuridad, el bien y el mal.
El autor amerita la definición de unos personajes para Locke & Key, tanto principales como secundarios, con una dimensión humana de primer orden. Personajes con los que el lector conecta desde el primer instante porque los problemas que se le plantean son tan cotidianos como tangibles. Aun partiendo de perfiles “junguianos” y estereotipados, el autor logra que empaticemos con ellos de manera primaria hasta llegar al punto de creer en sus miedos, su dolor y sus dudas.
El dibujo corre a cargo del chileno Gabriel Rodríguez. Un estilo limpio en las escenas más oscuras y tremendamente expresivo con un trazo grueso para los contornos realzan un diseño de personajes con rostros cuadrados y mandíbulas prominentes que recuerdan un poco al Lobezno y al Castigador de Steve Dillon, sobretodo en su descripción de la violencia. Una técnica tremendamente efectiva, huyendo de composiciones bizarras ni efectistas, que hace que el nivel de detalle de cada página sea merecedor de que nos detengamos unos minutos simplemente a observar.
Un cómic con un estilo muy cinematográfico, haciendo uso de la técnica que Eisner o McCloud denominaban como “momento a momento” tan habitual en los relatos de terror, consiguiendo así un resultado muy ágil y adictivo.
Locke & Key es una novela gráfica de obligada lectura. Un clásico moderno, con unas historias que se han intentado adaptar a la pantalla en varias ocasiones, donde tras algún intento fallido, según el autor, aún existe la posibilidad de realizar una serie de TV. Una obra con tal derroche de imaginación y talento por parte de Joe Hill que le haría merecedor en 2011 del premio Eisner al Mejo