Reseña del editor
La ardilla estaba maravillada. Corrió de un lado a otro sobre el mullido césped, trepó a los árboles rozándose con los nuevos brotes y desde lo más alto llamó a las demás ardillas: «Salid, corred, ha llegado la primavera»... “Las cuatro estaciones”, de Antonio Vivaldi (Venecia, 1678 - Viena, 1741), es una de las mejores composiciones de la música barroca. Precoz maestro de violín, su virtuoso creador llegó a componer 600 conciertos, 100 óperas y numerosas piezas para instrumentos. Inspirándose en esta obra, José Antonio Abad presenta un relato bucólico ambientado en un bosque, donde describe los cambios estacionales: la primavera con su traje de flores, el sofocante calor del verano, la llegada del otoño cuando los árboles regalan al viento su follaje, y la lluvia de confeti blanco del invierno.
Críticas
La fauna y la flora, la presencia humana, y el ciclo de la naturaleza marcan el texto literario, que destaca por su elegancia formal y la capacidad para transportar al lector hasta ese paraíso imaginario.