Reseña del editor
Felipe V, primer rey español de la dinastía de los Borbones, príncipe de la familia real francesa, tuvo uno de los reinados más largos en la historia de la monarquía de España, ocupando casi la primera mitad del siglo XVIII (de 1700 a 1746). Tanto su persona como su gobierno lo sitúan como uno de nuestros reyes más controvertidos y polémicos. En la primera etapa de su reinado, entre 1701 y 1714, con un periodo de transición hasta 1724, Felipe V se ganó a pulso la admiración de propios y extraños. Sus súbditos españoles le llamaban el Rey Animoso, al sentir admiración por su entereza para superar las adversidades. Frente a él y sus huestes se alineaban casi todos los ejércitos europeos. Europa no dejó de sentirse conmovida ante el inexpugnable baluarte formado por la mayoría de los españoles aglutinados en torno a su rey. El buen ánimo fue el instrumento que le sirvió para comportarse como un Rey Heroico. Su heroicidad impidió que los territorios españoles fueran repartidos entre los austriacos y los franceses. Su gallardía españolista le llevó al extremo de no rehuir el enfrentamiento con los propósitos absorbentes de su abuelo Luis XIV. De no haber sido por un reinado tan efectivo como la primera etapa del suyo, el destino de la nación española hubiera tomado con toda probabilidad la triste suerte de la fragmentación territorial. En su segunda etapa Felipe V entró en una fase biográfica y gubernamental de letargo. Se le percibía como un monarca invisible, secuestrado por su esposa. En efecto, quien gobernaba era su segunda esposa, Isabel de Farnesio, en tanto él permanecía atenazado por la dependencia conyugal en complicidad con una enfermedad mental invalidante cada vez más grave. Al filo de los cuarenta años de edad, Felipe V se había convertido en un enfermo psicótico crónico que carecía del sentido de lo real. Nos encontramos, pues, ante la rotura (o el eclipse) de una vida coronada, apagada por el trastorno mental. Los efectos de la quiebra biográfica trascienden a su ejecutoria pública dando la imagen de un Rey fantasma por su psicopatología personal. Felipe V se convierte en uno de los reyes más interesantes para la psicohistoria, puesto que su primera etapa coronada conduce a investigar su proceso de adaptación a la Corte española y la segunda nos transporta a la presencia de importantes rasgos psicopatológicos en su biografía y al influjo destructivo ejercido por ellos sobre su modo de gobernar.
Biografía del autor
Catedrático emérito de Psiquiatría y Psicología médica de la Universidad Complutense de Madrid Doctor Honoris Causa por las Universidades de Montevideo, Santo Domingo, Maimónides (Buenos Aires) y Fernando Pessoa (Oporto). Profesor Honorario de estas siete Universidades: México D.F., Lima, La Habana, Carabobo en Venezuela, Guadalajara en México, Ibiza-Internacional y Autónoma de Madrid. Académico numerario de la Real Academia Nacional de Medicina (1978). Académico del Instituto Mexicano de Cultura (1979). Académico Correspondiente“competente en arte”de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid). Académico Correspondiente de la Academia de Medicina del Perú. Académico Correspondiente Honorífico de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Andalucía Oriental/Granada. Colegiado de Honor por los Colegios Médicos de Madrid, Las Palmas de Gran Canaria, Santa Cruz de Tenerife y Jalisco (México). Miembro o Presidente de Honor de Sociedades Científicas de Psiquiatría o Ciencias afines de catorce países europeos o americanos. Director honorífico del Instituto de Psiquiatras de Lengua Española. Presidente de Honor de la Sociedad Europea de Psiquiatría Social. Premio Nacional de Medicina Pedro María Rubio en 1961. Premio a la Investigación en Psiquiatría por el Instituto Superior de Estudios Sanitarios de Roma en 1988. Título de“Asturiano universal”en 2008. Premio a la Excelencia Sanitaria por el Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social, adscrito a la OMS, en 2008. Medalla“Profe