Desde la publicación de Al otro lado en 1981, Maurice Sendak no creó ningún otro libro enteramente propio hasta 2011, cuando presentó Chancho-Pancho, que sería su última obra en vida. Durante esos 30 años se dedicó a ilustrar textos de otros autores -desde los Grimm hasta Ruth Krauss, pasando por Herman Melville, uno de sus preferidos- y a diseñar escenografías para espectáculos de ópera y danza. Chancho-Pancho es otro de sus álbumes irreverentes o salvajes, como los califica la investigadora Mónica Klibanski. Cuenta las peripecias de un cerdito que, ya con nueve años, va a celebrar por primera vez su aniversario. Su tía le sorprende con una tarta y le regala un disfraz pero, por su cuenta, Pancho decide organizar una gran fiesta sin que ella se entere. La concurrida reunión se le va de las pezuñas y se convierte en un despropósito caótico, interrumpido prematuramente por su enfurecida pariente.