Sinopsis:
Frío, astuto y asombrosamente eficaz, Salvador Hoffman es famoso tanto por ser el mejor detective de Nueva Orleans como por su incapacidad para sentir empatía o afecto por otras personas, cosa que lo ha convertido en un hombre más temido que respetado.
Pero cuando un macabro artilugio vudú aparece en una de las escenas del crimen más extrañas de su carrera, el detective comienza a cuestionarse no sólo las reglas de ese mundo estricto y racional al que pertenece, sino las propias limitaciones que siempre le impuso a su corazón.
Y de la manera más difícil, Hoffman tendrá que aprender que a veces el amor duele más que la soledad.
________________________
Mi opinión
Sin lugar a dudas Mariana Palova sabe cómo crear un mundo tan enigmático y envolvente que te mantiene tan absorto a la historia que, sin darte cuenta, la terminas en un parpadeo.
En esta ocasión deleita a sus lectores con una precuela de La Nación de las Bestias, acontecimientos que ocurren 8 años antes de la historia principal que inicia con
El Señor del Sabbath. En
Un segundo amor nos encontraremos con un Salvador Hoffman más humano, más vulnerable y sobre todo más confiado. Los sucesos que aquí se narran dan pie al Hoffman que conoceremos más adelante, un hombre que da la impresión de estar desconectado de las emociones humanas y que no tiene ningún otro interés más que cumplir con sus objetivos laborales.
____________________________
Al tratarse de una precuela, se puede leer perfectamente sin haber iniciado la saga principal pero, a mi gusto, para un mayor deleite es recomendable haber leído al menos El señor del Sabbath.
____________________________
En gran parte de la historia pareciese que nos encontramos frente a un thriller policiaco en el que los crímenes y las pesquisas están a la orden del día pero son precisamente esos crímenes los que gota a gota, capítulo a capítulo, nos van adentrando en el mundo del voodoo, ese mundo tan característico de Nueva Orleans.
____________________________
En compañía de Hoffman, el lector se ira adentrando a esta ambientación en la que los conjuros y los espíritus se hacen presentes para estremecernos y mantenernos en guardia todo el tiempo. Pero como ya les comenté, en esta ocasión el detective es más vulnerable y en un principio incrédulo de los alcances que puede tener el voodoo por lo que se ve involucrado en una serie de acontecimientos espeluznantes, en el que los niños son el personaje principal.
Ni nuestro protagonista ni el lector se esperarán los giros que toma la historia. En su mayoría son tan inesperados que no solo son sorprendentes sino que resultan ser un gozo pues le impregnan toda la dosis de maldad que la historia requiere. Porque sí, aquí hay muertes, intereses personales en juego y sobre todo maldad y eso nos lleva a una ambivalencia en la que sufriremos con la historia pero la disfrutamos por lo coherente que resulta el final.
____________________________
Sinceramente, disfruté mucho este libro aun cuando hubo momentos en los que mi corazón se impregnaba de melancolía.
____________________________