LIBROS PERTURBADORES QUE NO QUERRAS LEER ¿O SI?

LIBROS PERTURBADORES QUE NO QUERRAS LEER ¿O SI?

LIBROS PERTURBADORES QUE NO QUERRAS LEER ¿O SI?

Hoy les voy a estar mostrando algunos de los libros más perturbadores que he leído, y, aclaro, no son libros malos, si no que cuando los leí quede realmente perturbada por un tiempo.

Creo que todos tenemos temas que nos parecen difíciles de leer y estos libros tratan los míos.

Comencemos…

 

Croatan – Carlos Somoza
En 1590 un pueblo entero de EEUU desapareció dejando escrita en un árbol la palabra 'Croatoan'. Carmela Garcés, una científica divorciada de 34 años, recibe un email de Mandel, -su antiguo jefe en el laboratorio de ecosistemas- con una sola palabra Croatoan. Hasta aquí todo habría sido normal, si no fuera porque su jefe había fallecido dos años antes.
 
Al mismo tiempo, en todo el mundo empiezan a sucederse un sinfín de acontecimientos aterradores. Una familia que hacía camping desaparece. Animales de diferentes especies mueren sin causa conocida arrojándose por precipicios o fondeando en las costas. Hombres y mujeres recorren las calles como enloquecidos. No son zombis, no están muertos pero suponen una amenaza. ¿Es el comienzo del Apocalipsis o el de un mundo nuevo, radicalmente distinto? ¿Qué está sucediendo? ¿Y por qué? En medio de vertiginosos acontecimientos, Carmela ha de descubrir que ocurre y lo más difícil cómo hacerle frene.
 

 

La chica de al lado – Jack Ketchum

Con la llegada de Susan y Meg al barrio, David descubrirá la verdadera naturaleza de sus vecinos y amigos, los Chandler, quienes estarán al cuidado de las dos hermanas. Pero también deberá enfrentarse con su yo más primitivo y más aterrador.
La chica de al lado se basa en el historia real del asesinato de Sylvia Likens en 1965, aún hoy el caso, ocurrido en Indeanápolis, es considerado como el más grave jamás ocurrido en el estado.

 

El monstruo pentapodo – Liliana Blum
Raymundo Betancourt es el ciudadano modelo: profesionista honesto y responsable, solidario y comprometido con el bienestar de su comunidad. Pero como la vida no sólo es trabajo, también se permite dos sencillos placeres cotidianos: los chicles de canela y las niñas que mantiene secuestradas en su sótano.
 
El monstruo pentápodo nos enfrenta sin ambages ni eufemismos con la mente oscura del asesino, del psicópata adorable y manipulador ante cuyos encantos sucumbió Aimeé –otra “pequeña”, pero a su modo- hasta el punto de volverse cómplice a cambio de un poco de amor.
 

Articulo por: Crónicas de una lectora

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