El alumno con altas capacidades: riesgos escolares

El alumno con altas capacidades: riesgos escolares

El alumno con altas capacidades: riesgos escolares

Por Asun Pié

Son rasgos ligados a la personalidad y a la conducta que pueden aparecer en algunos casos concretos. No se trata de características genéricas que puedan aplicarse a todo el alumnado con altas capacidades intelectuales, pero pueden complicar la correcta adaptación social y emocional del alumnado si no se hace la intervención educativa adecuada. También puede afectar al rendimiento académico, especialmente la desmotivación provocada por la carencia de retos intelectuales y el aburrimiento, a pesar de que solo queda afectada en los casos más extremos.

Tendencia al aburrimiento en el aula
Suele ser consecuencia del desarrollo intelectual precoz o bien de un ritmo marcadamente alto de aprendizaje. En cualquiera de las dos situaciones el alumno ve disminuir su motivación por el aprendizaje en la medida en que el currículum ordinario trata temas que ya conoce o se dedica más tiempo del que necesita a este tipo de alumnado.

Esta situación no refleja ningún tipo de patología sino que es la consecuencia lógica del desajuste entre la cantidad y tipo de aprendizaje y las características del sujeto. El talento académico es el perfil que mayor riesgo de  aburrimiento presenta. Por otro lado, aunque por razones diferentes, la mayoría de talentos simples (verbal, matemático, espacial, artístico...) pueden mostrar aburrimiento por la carencia de motivación hacia las materias alejadas de su área de talento. Finalmente, los casos de superdotación no suelen aburrirse (más allá de lo que se aburre cualquier alumno) dado que la tarea de conexión y organización les ocupa y motiva bastante y son suficientemente autónomos en la adquisición del conocimiento. Síntomas de alerta de desmotivación: pregunta menos, interacciona poco con el profesor, baja su rendimiento académico, no acaba sus tareas, se queja a menudo de la escuela y sus profesores...

Perfeccionismo
Tal y como se ha comentado al hacer referencia al autoconcepto, también podemos encontrar algunos casos en los que el alumno se impone a sí mismo
un grado de exigencia por encima de sus posibilidades, habitualmente relacionado con poca flexibilidad, alta competitividad y carencia de tolerancia a la
frustración. Fomentada a menudo por las expectativas externas y un patrón ideal como medida del autoconcepto. Si este perfeccionismo dirige al alumno
a la paralización de la actividad, no darla nunca por acabada y sentimientos de insatisfacción, hará falta sin duda una intervención psicológica. A pesar de ser poco frecuentes, estos casos pueden darse más en perfiles en los que el razonamiento lógico es alto y el creativo bajo, como el talento académico, el lógico o la precocidad. Síntomas de alerta del perfeccionismo: nunca da por acabada una tarea, no se siente satisfecho de lo que ha hecho, autocrítica poco realista, metas inabarcables, irritabilidad, ansiedad en la realización de tareas...

Dificultades de socialización
Este rasgo está más ligado a aspectos de personalidad y de destrezas sociales adquiridas. En este sentido es altamente individual, pero puede acentuarse
en perfiles intelectuales que tiendan a poca flexibilidad (por ejemplo, cuando la creatividad presenta niveles bajos). Talentos lógicos y académicos acostumbran a ser los que tienen riesgos más altos y si, además, son introvertidos o se les han fomentado (por ejemplo, desde la familia) actitudes  competitivas o discriminatorias. Un factor complementario que acentúa esta problemática suele ser el nivel de lenguaje y vocabulario: si son muy superiores a los de los compañeros dificultan la comunicación y la interacción, a no ser que el sujeto excepcional tenga suficiente flexibilidad (que ya es una habilidad social) como para renunciar a algún recurso propio y ceñirse a los de los compañeros normales.

Alumnado con altas capacidades…
Síntomas de alerta de las dificultades de socialización: solo se relaciona con los adultos o con pocos compañeros de clase (siempre los mismos), tiene problemas para comunicarse, se muestra extremadamente tímido, se muestra extremadamente orgulloso y abandona a sus compañeros, se inhibe
en las tareas de grupo, no participa en las actividades del patio, los compañeros no se relacionan con él.

Conflictos personales y carencia de seguridad
Suelen estar muy ligados a desajustes entre el desarrollo cognitivo y el emocional (disincronía), a la vez que son más intensos cuando se dan las problemáticas anteriores. Aquí hay que puntualizar que el desarrollo emocional es independiente del cognitivo, puede aparecer esta situación en cualquier caso de excepcionalidad, pero siempre de manera individualizada. En los casos de precocidad puede añadirse la frustración y la caída del autoconcepto al finalizar la maduración. Ahora sí que estamos hablando de posibles patologías que tendrán que ser tratadas por un especialista. Hay que insistir en que el origen de la problemática no es tanto el mayor desarrollo cognitivo –si bien es un elemento agravante–sino el menor o desajustado desarrollo emocional.
Síntomas de alerta de las dificultades emocionales: muestras de tristeza, cambios repentinos de humor, inseguridad, reacciones fuertes ante acontecimientos sociales o personales, llanto, etc.



Título tomado del libro: Discapacidad, altas capacidades intelectuales y trastornos del espectro autista. Autor:Asun Pié Balaguer, Israel Rodríguez Giralt, Mercedes Martínez Torres, Ramon Duch Almo, Rosa Maria Miró Rovira. pp. 217-219.