Las neoplasias malignas de cabeza y cuello presentan una gran diversidad morfológica, así como un comportamiento biológico distintivo; por tanto, la terapéutica debe abarcar una amplia distribución anatómica.Los tumores malignos mantienen una estrecha relación con determinados factores de riesgo; por ejemplo, el cáncer de cavidad oral y laringe se relaciona con el consumo de tabaco; el de cavidad nasal y senos paranasales, con los solventes que usan los carpinteros y ebanistas, y con el asbesto y niquel que utilizan los trabajadores que están en contacto con estos productos. También existe relación entre las infecciones producidas por el virus de Epstein-Bar y cierto tipo de linfomas del paladar duro y cavidad nasal.En ocasiones, el diagnóstico de los tumores malignos no siempre resulta sencillo; por ejemplo, hay lesiones reactivas que pueden morfológicamente simular neoplasias malignas; por ello, hemos creído conveniente incorporar algunos capítulos dirigidos al diagnóstico diferencial de esas entidades.Todos los capítulos fueron elaborados por patólogos prestigiados que por años se han dedicado al manejo de ciertas patologías quirúrgicas.
- Libro impreso
- Edición: 1
- TRILLAS
