La obra de Darwin constituye la fuente más caudalosa del pensamiento biológico de nuestro tiempo. Antes de Darwin, los orígenes de la vida animal y vegetal se perdían en la oscuridad del mito y las leyendas. Él descubrió, simultáneamente con Wallace, el mecanismo de la evolución de las especies por selección de los individuos más aptos, presentando una incomparable suma de hechos, que trastocaron las creencias de siglos anteriores, lanzando la investigación científica por los derroteros que actualmente siguen las ciencias naturales.