Parvana, la chica afgana protagonista de El pan de la guerra (AL 8), es detenida por las tropas militares extranjeras que ocupan su país. En realidad, no sabe de qué la acusan, pero se ha propuesto no hablar ni colaborar con sus captores. Durante su encierro en prisión, repasará los últimos acontecimientos de su vida, el tiempo en que con esperanza e ilusión su madre abrió una escuela para niñas, a pesar del rechazo de los hombres más intransigentes. Las duras condiciones y circunstancias que rodean a Parvana pondrán a prueba, una vez más, su inagotable solidaridad, tesón y honestidad.